Lunes 8 de Julio:- Los invitamos a leer la columna enviada por nuestra voluntaria Saskia Riveros, estudiante de la carrera de Educación Parvularia de la Universidad Metropolitana de Ciencias de la Educación. Estos aportes dan cuenta de la reflexión sobre la problemática de la Siniestralidad Vial.
«No es un secreto que a lo largo de la historia se han presenciado diversos casos de violencia vial, es lamentable tener que decir esto, ya que por la irresponsabilidad de las personas que conducen bajo efectos del alcohol o con sustancias ilícitas en su cuerpo, parte de la sociedad ha sufrido muchas consecuencias al respecto. Algunas de estas son irreparables, como la muerte, especialmente dolorosa cuando afecta a la primera infancia, en particular a la etapa de los 0 a 4 años. Estos actos se suelen justificar con “sólo fue un accidente” o “no era mi intención”, restándole importancia al delito.
La fundación Ley Emilia, dio un seminario en la UMCE, esto me permitió conocer al respecto, ya que en un inicio no tenía el conocimiento del concepto violencia vial, tampoco de los escalofriantes números que dan a conocer la cantidad de muertes y heridos/a graves que se registran anualmente.
Para una educadora de párvulos que sigue en formación, mi foco principal está en las niñeces, es espeluznante conocer la cantidad de menores que han sido afectados(as). Tan solo desde el año 2018 a 2022 fueron 296 los infantes fallecidos a consecuencia de la negligencia de los/a adultos/a que manejan bajo los efectos de sustancias ilícitas, alcohol o otro tipo de causales. En cifras generales se registraron 8.500 personas fallecidas y 38.447 quedaron en un estado grave o gravísimo.
Es importante sensibilizar y generar conciencia al respecto, pues las personas y en especial las infancias, sufren las consecuencias de estos actos irresponsables. No sólo se ven afectadas las personas con lesiones físicas, sino también sus seres queridos, como madres y padres, amigos, tías y tíos, hermanos, hermanas, hijos, entre otros familiares, que sufren la pérdida o el vivenciar cómo la persona amada sufre daños físicos y psicológicos, e incluso discapacidad. La violencia vial se puede erradicar, pero algunos seres humanos eligen no medir las consecuencias de sus actos, siendo extremadamente egoístas e individualistas.
La fundación Ley Emilia da a conocer datos importantes que pueden llegar a generar más empatía en la sociedad. Al escuchar historias realmente desgarradoras y al conocer estadísticas decepcionantes de la sociedad en la que nos hemos convertido, la fundación llega al corazón de las personas, de esta manera parece posible generar conciencia en la humanidad y darles a las infancias un espacio más seguro. Los y las menores son sumamente vulnerables, viven en un mundo lleno de peligros, necesitan de cuidado y protección, pero aún hay adultos irresponsables que ponen en peligro la integridad física y emocional de las niñeces; siendo justamente ellos los convocados a cuidar y proteger a esa parte de la población.
Conducir con sustancias ilícitas en nuestro cuerpo pone en peligro la inocencia de las infancias. Hago un llamado a ser conscientes y responsables sobre la violencia vial, no más muertes y heridos/as, por culpa de personas irresponsables. «
