Una relación complementaria

La reunión sostenida entre Fundación Emilia y representantes de Centro de Atención a Víctimas del Delito de la Subsecretaría de Prevención del Delito demostró la importancia recíproca de estas instituciones.

Es uno de los grandes apoyos que tiene Fundación Emilia en su labor de acoger y contener a familiares de víctimas de delitos viales. De ahí la importancia de la reunión que tuvo Carolina Figueroa, presidenta de Fundación Emilia, con representantes del Programa de Centros de Atención a Víctimas del Delito en la Subsecretaría de Prevención del Delito.

Isabel Araya y Sandra Barrera, coordinadoras de segunda y primera respuesta respectivamente, fueron las representantes de la Subsecretaría en esta reunión.

Tras el encuentro, Carolina Figueroa resaltó la importancia de este encuentro. “Fue la instancia para coordinar aspectos importantes de un trabajo colaborativo. Por un lado, elaborar un catastro común entre los Programas de Centros de Atención a Víctimas y Fundación Emilia. Es importante que sepamos cuántas víctimas se han derivado desde la Fundación a los Centro de Atención a Víctimas el 2017”.

Otro de los puntos importantes abordadoes en la reunión fue la necesidad de evaluar la cantidad de sesiones de apoyo que han tenido los familiares de las víctimas y cómo se ha dado una relación de soporte entre Fundación Emilia y los Centros de Atención a Víctimas.

De esta forma, Fundación Emilia sigue fortaleciendo uno de sus ejes de trabajo: acoger y acompañar a familiares de víctimas de delitos viales.

Gran recibimiento en actividad de Viña del Mar

Hay más de un motivo para estar contentos por la actividad en Viña del Mar el fin de semana.

Una decena de voluntarias y voluntarios de Fundación Emilia, estuvieron presentes en el stand que instalamos en 14 Norte con Libertad, en Viña del Mar. Un grupo entusiasta de jóvenes comprometidos con la labor de concientización que nos confirma que el cambio cultural es posible.

Esta acción requirió del trabajo y la organización de nuestros voluntarios en la zona de Viña del Mar, pero al mismo tiempo motivó al resto de nuestras voluntarias y voluntarios a lo largo de Chile para replicar acciones similares en el corto plazo.

La gran recepción de la gente que pasaba por el lugar y acogió nuestro mensaje con generosidad y cariño y nos hizo ver que la ciudadanía sí es capaz de separar el consumo de alcohol y sustancias sicotrópicas del manejo.

A todos ellos muchas gracias porque el apoyo que nos carga de energía para seguir adelante. Desde ya esperamos avisarles pronto de stands en otras ciudades.

Proyecto de Ley de Convivencia Vial más cerca de hacerse realidad

Aunque falta un último trámite en el senado, hoy dio un gran paso el proyecto de Ley de Convivencia Vial, ya que luego de 14 meses de discusión y análisis se aprobó en la Comisión de Transportes del Senado, uno de los últimos pasos en la tramitación de este Proyecto de Ley de Convivencia Vial, que deberá ser ratificado prontamente por todos los senadores, en la Sala.

El objetivo de este Proyecto de Ley de Convivencia Vial es lograr la inclusión normada y segura de los vehículos llamados “ciclos” con y sin motor. Esto porque hasta hoy existen vacíos en la Ley de Tránsito respecto de este tema, los cuales han quedado en evidencia con el explosivo aumento que ha experimentado el uso de bicicletas, motocicletas, patines, skates, triciclos o bicletas eléctricas.

Algunas de las modificaciones más emblemáticas del Proyecto es la disminución del límite máximo de velocidad en zona urbana de 60 a 50 Km/h;  la creación de la línea de detención adelantada para bicicletas y motos en intersecciones con semáforos y la facultad para avanzar entre automóviles detenidos para alcanzarla;  la obligación de tomar una distancia mínima de 1,50 m. para adelantar o sobrepasar a los vehículos de dos ruedas, y prohibir la circulación de bicicletas por veredas, salvo excepciones claramente especificadas –niños, adultos mayores, personas con discapacidades-.

Fundación Emilia es una de las instituciones que ha apoyado este Proyecto de Ley. Su Presidenta, Carolina Figueroa, se manifestó conforme con este avance, recalcando que aún falta para su total aprobación. En ese sentido expresó: “El avance de la ley da cuenta el empuje de la ciudadania por permitir una mejor regulacion de los usuarios de las calles. Es un paso mas queda la aprobación en pleno del senado de la ley pero es un indicador claro que una ciudadania responsable puede gestionar y puede ser parte de los cambios significativos del transporte en las calles”

Amarilis Horta, representante de Bicicultura y Presidente del COSOC Nacional de Transportes, hizo un llamado a los senadores de todos los partidos políticos a ratificar y dar pronta aprobación en Sala a este Proyecto de Ley, apoyado transversalmente por especialistas, académicos, expertos y sociedad civil; al Ejecutivo, a continuar apoyando, otorgándole las urgencias necesarias, y a la ciudadanía, a estar alerta y participar promoviendo y difundiendo sus avances a nivel nacional.

Por su parte Constanza Mujica, representante de la ANIM, Asociación Nacional de Importadores de Motocicleta valoró “la participación de más de 60 organizaciones que han hecho suyo este proyecto y que cifran en él sus esperanzas de poder crear en la calle un espacio de amabilidad y convivencia, generando un cambio cultural que no solo bajará la tasa de accidentabilidad, sino que fomentará  el desarrollo de la movilidad sostenible, como es el uso de la bicicleta, con todas sus externalidades positivas de salud personal y del medio ambiente, y de las motocicletas, que hacen más eficiente el uso del espacio público”.

Se espera que este Proyecto de Ley sea prontamente aprobado en el Senado.

Fundación Emilia se reúne con el Ejército de Chile

Después de un muy productivo encuentro con la Fuerza Aérea la semana pasada, esta semana Benjamín Silva, Vicepresidente Ejecutivo de Fundación Emilia, se reunió con el General de brigada Jorge Nicolás Rivas Pinto, General Director del Personal del Ejército.

El encuentro dio pie para intercambiar conceptos sobre seguridad vial, responsabilidad en espacios urbanos, mecanismos de prevención de siniestros viales, entre otros temas.

Fue grato constatar que se comparten miradas entre ambas instituciones. Así lo remarca el General Rivas: “la labor que desarrolla Fundación Emilia está directamente asociada con las actividades que desarrolla el Ejército, como familia, como personas, como institución. Estamos en plena concordancia con los objetivos de la Fundación en el sentido de evitar que nuestro personal pueda incurrir en algún siniestro vial bajo cualquier circunstancia”.

El General Rivas aseguró que de un tiempo a esta parte el Ejército ha tomado medidas drásticas para evitar este tipo de situaciones. Benjamín destacó “el reglamento interno que rige en el Ejército, sanciona la ebriedad y con mayor razón el manejo en estado de ebriedad tanto durante su ejercicio profesional como en la vida privada de sus funcionarios”.

Corrobora esta posición el Gral. Rivas quien afirmó que “el Ejército no protege ni resguarda a ninguna persona que no cumpla con la ley. La ley esta sobre las instituciones y la Ley Emilia es una ley que busca salvar la vida de las personas”.

Igualmente el uniformado manifestó desde ya un amplio interés tanto en la Escuela de Oficiales y Suboficiales y en la Escuela de Postgrado del Ejército apoyar y difundir las campañas de la Fundación, así como también explorar las posibilidades de otras actividades en conjunto. “Estamos en línea con lo que la Fundación Emilia persigue, porque no se trata solo de evitar y sancionar a conductores en estado de ebriedad, sino también de acompañar a las personas que lamentablemente fueron víctimas directas o indirectas, ser parte de ese proceso y de estrechar lazos. Queremos fomentar esta actividad entre nuestro personal y sus familias.

Al cierre Benjamín Silva afirmó que espera seguir reuniéndose con representantes de otras ramas de las Fuerzas Armadas para seguir hablado de seguridad vial y responsabilidad pública.

Voluntarios y voluntarias de Fundación Emilia se reúnen en Viña del Mar

Fundación Emilia tiene su origen en la ciudadanía. Su motivo de existencia fue la Ley Emilia, una ley que se hizo posible gracias al apoyo ciudadano.

En ese sentido, el aporte que hacen día los voluntarios y voluntarias de Fundación Emilia es fundamental para la difusión de la labor de la Fundación. En palabras de Bejamín Silva, Vicepresidente Ejecutivo de Fundación Emilia “el trabajo de voluntarios y voluntarias es fundamental porque supone un impacto en la educación ciudadana, objetivo central en nuestra labor. Nuestros voluntarios y voluntarias hacen propio los ejes de Fundación Emilia que son sensibilizar, formar y educar a una ciudadanía más consciente y responsable de su comportamiento en espacios públicos”.

Con el objetivo de fortalecer y coordinar de mejor forma el trabajo de voluntarios, esta semana se realizó una reunión de voluntarios en Viña del Mar, ciudad sede de Fundación Emilia. La mayoría de voluntarios no pudo asistir debido a que viven en ciudades lejanas, otros por motivos laborales. Pero los que asistieron, lo hicieron con entusiasmo y muchas ideas para seguir fortaleciendo el trabajo en las bases.

Carol Elgueta, por ejemplo, fue una de las asistentes a la reunión que quedó muy contenta de su participación: “Así se crean instancias para seguir colaborando con la Fundación y para poder difundir más la Ley Emilia. Necesitamos que la gente tome conciencia de la situación. Reunirnos ayuda a que nos escuchemos todos y compartamos ideas. Es fundamental que nos juntemos para generar instancias de opinión y trabajo”.

Otra de las asistentes fue Catalina Martinez, quien tras la reunión afirmó que “es super importante que se den estas instancias, que nos podamos juntar conversar y generar ideas para promover la Fundación y lograr que muchas más personas sepan lo que hacemos y lo que queremos lograr. Buscamos que las personas sean más conscientes y responsables con respecto al manejo y el alcohol”.

Kevin Adasme fue otro de los entusiastas voluntarios que asistieron a la reunión. También tuvo palabras positivas para este encuentro: «La reunión me pareció una instancia positiva porque nos permitió conocernos y materializar ideas e iniciativas en beneficio del objetivo de conscientización ciudadana que se propone la Fundación. Ahora todos tenemos el desafío de tomar un rol más activo en el cambio cultural que se propone y en hacer entender a la gente que no debe conducir cuando bebe alcohol. Por último creo que seria bueno repetir la instancia cada 2 o 3 meses».

Una de las iniciativas propuesta por los propios voluntarios en esta reunión, fue la de instalar un stand en un punto visitado de la ciudad de Viña del Mar, donde se pueda entregar información a la ciudadanía sobre la labor de Fundación Emilia y donde ojalá también se pueda a acoger a más voluntarios y voluntarios que nos ayuden en nuestra misión.  Esperamos pronto tener noticias sobre esa iniciativa y por cierto esperamos poder reunirnos pronto nuevamente con más voluntarios y voluntarias para poder seguir afianzando esa labora tan importante para Fundación Emilia.

“Hoy la gente sabe que la justicia está mal hecha y salen libres a los pocos días”

El 7 de enero de este año la vida se paralizó para Eduardo Olea. Ese día, Dylan, su nieto (en la foto) murió arrollado por un conductor en estado de ebriedad. A Eduardo le tocó acompañar a Dylan en la ambulancia

Desde ese momento y en un patrón que lamentablemente se repite entre familiares de víctimas de siniestros por conductores en estado de ebriedad, Eduardo y su familia cayeron en una vorágine compleja, que nadie imagina: protocolos jurídicos enredados (que nadie se encarga de aclarar), imputados indiferentes e incluso displiscentes, generalmente con recursos para pagar abogados influyentes, jueces garantistas y así, un proceso que da la espalda a las víctimas y que por cierto ahonda el dolor.

El mismo día que Eduardo dio esta entrevista, el conductor responsable de la muerte de Dylan, obtuvo el beneficio de arresto domiciliario nocturno. Desde el hecho había estado bajo arresto domiciliario total. “A nosotros nos tiene tristes y apenados porque vemos que no hay justicia”, dice Eduardo desde su casa en Quintero, ciudad donde se produjo el atropello.

El conductor que atropelló a Dylan iba conduciendo en estado de ebriedad. En el control in situ marcó 0,8, pero con el paso del tiempo y después de algunas revisiones, la alcoholemia terminó marcando lo suficiente como para que su condición pasara de “estado de ebriedad” a “bajo la influencia del alcohol”. Eduardo agrega otro dato: “En la carpeta investigativa dice que no había consumido drogas pero estaba con licencia médica, con medicamentos y esos medicamentos no aparecen mencionados en la carpeta”.

La defensa se está basando en un recurso en el que atribuyen la muerte de Dylan a un mal procedimiento en el hospital donde fue atendido. “Pero yo tengo el certificado de defunción que dice: Politraumatismo Esquelético Visceral». El médico de urgencia me dijo que con eso era imposible que sobreviviera. Yo iba con él en la ambulancia y nunca dio señales de vida. Se están basando en cosas nada que ver y eso nos tiene muy mal”.

El conductor que provocó el atropello, es bombero y solo está suspendido de la institución, además tiene una empresa “y yo creo que han intercedido para que salga lo más limpio posible”, asegura Eduardo. “Aquí en Quinteros todo el mundo lo conoce y todo el mundo lo ayuda”. Sin embargo, ha tenido una conducta reprochable. “Él nunca ha venido a conversar con nosotros, ni él ni nadie de su familia. Al contrario, se han burlado. Al principio estuvo en prisión preventiva y cuando le dieron arresto domiciliario salió riéndose en la cara de mi hija”.

Es un momento muy complicado para Eduardo y su familia, porque siente que la justicia les está dando la espalda. Aún no se sabe cuándo será el juicio porque aún faltan algunos antecedentes para determinarlo.

“Nos sentimos impotentes. La ley debería considerar el alcohol sin distinción. Solo consumo de alcohol. Da lo mismo cuánto. Si yo matara a una persona, me voy preso y me secaría en la cárcel. Pero este señor no está preso y hasta el momento está saliendo sin ninguna culpa”.

Eduardo cree que la “mano dura” es la forma de hacer entender a la gente que no se puede manejar después de haber bebido alcohol. “Hoy la gente sabe que la justicia está mal hecha y salen libre a los pocos días. Me gustaría que de una vez por todas se hiciera justicia como debe ser y se tomaran cartas dando sentencias ejemplificadoras”.

Mientras tanto, él y su familia siguen a la espera de su propia justicia.

Magallanes ha disminuido cifra de fallecidos por conductores en estado de ebriedad

El canal regional de 24 horas, emitió esta semana una nota sobre el progreso que ha experimentado la Región de Magallanes con respecto al año 2014 en lo que se refiere a muertes por conductores en estado de ebriedad.

En contacto telefónico el Vicepresidente Ejecutivo de la Fundación Emilia, Benjamín Silva, resaltó los avances que ha tenido la Región: «Magallanes sigue teniendo indicadores altos en relación a la cantidad de su población, pero notablemente inferior al año 2014, cuando era la principal región en cantidad de fallecidos por conductores en estado de ebriedad y conductores que se dan a la fuga».

La directora de Senda Magallanes Lorena Guala resaltó las campañas preventivas que se realizan en la zona, así como también los controles preventivos que se hacen especialmente fines de semana largo. Destacó también el seminario «Sensibilización y concientización» que se organizó con éxito en conjunto con la Fundación Emilia.

En resumen, motivo de orgullo para Región, por la mejora en sus índices, pero a su vez mucho por mejorar aún en el plano de la seguridad vial.

Revisa aquí la nota completa.

Las municipalidades son también buenas aliadas en la labor de Fundación Emilia

Con el objetivo de dar a conocer el quehacer de la Fundación Emilia y entregar detalles de trabajo conjunto que ha realizado con diversas municipalidades del país, el Vicepresidente Ejecutivo de la Fundación, Benjamín Silva, se reunió con Andres Chacón, director ejecutivo de la Asociación de Municipalidades de Chile, AmuCh, que reúne a 66 municipios.

En la reunión Benjamín entregó detalles del trabajo con municipios como los talleres de sensibilización, talleres a escolares, charlas y otros. Para Fundación Emilia fue importante el contacto con Amuch, pero deja planteada la posibilidad de un trabajo conjunto, articulado desde esta Asociación, para llegar a los 66 municipios que tiene asociados y trabajar con ellas el tema de la seguridad pública y delitos viales.

Para el Director Ejecutivo de Amunch, Andrés Chacón, esta reunión fue una instancia propicia para explicitar una deuda pendiente de los municipios en relación a este tema: “Desde los municipios no hemos sido capaces de desarrollar programas eficientes para resolver el verdadero problema de la seguridad vial que son las víctimas de los accidentes”.

Chacón reconoció que el problema de seguridad vial y de tránsito existente en el país, no ha sido enfrentado con políticas públicas eficientes y por ende, no se han obtenido resultados positivos. “En ese contexto, la Fundación Emilia ha hecho un aporte importante al aportar una mirada distinta a lo que han sido las políticas públicas tradicionalmente vistas. Y estoy seguro que eso en el futuro tendrá resultados concretos y evidentes”.

En la reunión se hizo explícita la voluntad de encontrar mecanismos desde ambas partes para desarrollar actividades o programas que permitan trabajar mancomunadamente entre las municipalidades del país y Fundación Emilia para mejorar la seguridad vial.

Fundación Emilia se reúne con la Fuerza Aérea

Como cada estamento de la sociedad, las Fuerzas Armadas también registran algunas situaciones inadecuadas respecto al consumo de alcohol y el manejo.

Con eso en mente, el Vicepresidente Ejecutivo de Fundación Emilia, se reunió hoy con el Comandante del Comando de Personal, General de Aviación de la Fuerza Aérea, don Jorge Uzcategui, dando inicio a un proceso de sensibilización a todas las ramas de las Fuerzas Armadas, Investigaciones y Carabineros.

Una reunión que para la Fundación Emilia tiene gran importancia.

Tal como Fundación Emilia las Fuerzas Armadas son entidades cuya función es siempre preventiva y educadora. En este sentido esta primera reunión con la Fuerza Aérea sirve para explorar la posibilidad de realizar acciones en conjunto con el objetivo de  disociar el consumo de alcohol y la conducción.

Benjamín Silva encontró una muy buena disposición por parte de las Fuerza Aérea, lo que lo deja esperanzado de estar iniciando un camino a seguir en conjunto con el resto de las FF.AA.

Por su parte, el General Uzcategui sostuvo que “La Fundación Emilia es una tremenda ayuda para la sociedad ya que pretende enseñar y tomar acciones concretas para tener una sociedad con mejores opciones y que las personas tengan conciencia en su actuar y evitar siniestros fatales”.

Confiamos en que este primer encuentro sea el inicio de una fructífera relación de trabajo con la Fuerza Aérea en particular y las Fuerzas Armadas en general.

Fundación Emilia en Boletín Nacional de Infracciones de Colombia

En su tercera edición, recientemente publicada, el Boletín Nacional de Infracciones de Tránsito de Colomba se centra en la evolución que ha tenido tanto el tratamiento como la percepción de la gente, respecto al preocupante problema de la ingesta de alcohol asociada a la conducción en Colombia. En su editorial se pregunta “¿Cómo hemos cambiado y cuánto nos falta por recorrer?” en relación a este tema. También hay un interesante artículo sobre “¿Cómo se ha entendido este grave problema de política pública” refiriéndose a conductores ebrios. Se incluye también una tabla desarrollada por la Organización Mundial de la Salud en la que se explican los efectos del alcohol en el cuerpo, acompañado de un largo artículo en el que se detalla el Estado de Situación del tema en América Latina en general y en particular Evolución de la política pública de alcohol y conducción en Colombia, en particular.

En su tercer capítulo, el Boletín Nacional de Infracciones de Colombia incluye una larga nota sobre “La percepción de los delitos viales en Chile y el impacto de la Ley Emilia”, escrito por nuestra Presidenta, Carolina Figueroa.

En la nota, Carolina se refiere a los orígenes de la Ley Emilia y al impacto que ha tenido en nuestro país, pero ahonda principalmente en la “regla de los 30 días” y en el primer estudio sobre siniestralidad vial que elaboró Fundación Emilia y cuyos resultados se entregaron a fines del año pasado. A continuación la transcripción completa:

La necesidad de contar con mejores registros de cuantificación y validación de víctimas, producto de siniestros viales impulsó a la Fundación Emilia Silva Figueroa Víctimas de Accidentes, a realizar durante el año 2016 un estudio 1 orientado a establecer la magnitud real de víctimas fatales de siniestros viales. Para realizarlo se tomaron tres fuentes de información estadística: Carabineros de Chile, Fiscalía de Chile y la División de Estadísticas e Información en Salud (DEIS) del Ministerio de Salud. A partir de esta triangulación de información nacional y su comparación con las estadísticas y estudios internacionales de seguridad vial, se efectuó un análisis del impacto de los resultados nacionales en las políticas públicas de seguridad vial implementadas en nuestro país. A partir de este análisis estadístico y documental, se pudo constatar la necesidad de que las tres instituciones que proveyeron de información, necesariamente deben avanzar en un proceso de coordinación y validación de las estadísticas (fallecidos y lesionados), para facilitar el análisis del avance de las políticas públicas de prevención relacionadas a las dinámicas de siniestralidad vial tanto a nivel nacional como regional. En Chile, la percepción de inseguridad definida como “la perturbación angustiosa del ánimo que se deriva de la diferencia entre el riesgo percibido de ser víctima de un crimen y la victimización de hecho” (Vilalta, 1 Investigación financiada por el Fondo Nacional de Seguridad Pública 2015. FNSPAD-04, dependiente de la Subsecretaria de Prevención del Delito. 21OCINT INVITADOS 2009:3), se ha relacionado con el análisis de los delitos catalogados como “violentos”. Vale decir, aquellos que generalmente se ubican en el espacio público y que afectan la integridad física de las personas y sus propiedades. Son éstos a los que se les entrega mayor atención pública, son los que conforman el “clima de opinión” y los que establecen la percepción del temor. De esta forma, el dato comúnmente usado por los estudios para comparar los hechos delictuales en Latinoamérica y Europa ha sido la tasa de homicidios, ya que es la que registra estadísticas más completas en relación a otros delitos. Siguiendo estos registros, utilizamos como base de análisis inicial de este estudio los registros comparados de la tasa de mortalidad en comparación con los homicidios y fallecidos en siniestros viales bajo el registro de las primeras 24 horas, información recopilada de la base de datos sin filtrar, facilitada por Carabineros de Chile.

Del Gráfico 1 podemos dar cuenta de la magnitud que tienen comparativamente los casos policiales de homicidios y las muertes en siniestros viales, evidenciando una diferencia sustantiva entre ambas causas de muerte. Es importante poner atención que entre los años 2013 y 2015, no existe disminución en la cantidad total de fallecidos en siniestros viales, sino por el contrario, se observa un aumento sostenido de las cifras, lo cual da cuenta del bajo impacto que produjo el conjunto de medidas preventivas contempladas tras la firma del Decenio de la Seguridad Vial (2011), hito en el que Chile se comprometió a nivel Estado con la ONU y la OMS, a reducir al año 2020 un 50% la cantidad de fallecidos en siniestros viales. De esta forma, si bien la siniestralidad vial en Chile presenta una incidencia mayor que los homicidios, tiene una baja percepción de peligrosidad en la ciudadanía.

El impacto de Ley Emilia (20.770)

En este contexto, el estudio evaluó de forma específica la incidencia de las políticas públicas conocidas como Tolerancia 0 y Ley Emilia, integrando al análisis los datos proporcionados por el Ministerio Público, considerando especialmente que era el único registro que nos permitía cruzar la incidencia del alcohol y las drogas en la conducción con los datos de Carabineros de Chile.

Esta información permitió identificar la cantidad de fallecidos bajo el delito codificado como 14.001 y 14.006, o “conducción bajo estado de ebriedad con resultado de muerte” tipificado bajo Ley Emilia y, medir de igual manera el impacto de la Ley Tolerancia 0 bajo el parámetro de aumento o disminución de fallecidos. Estos datos luego se compararon con los de Carabineros registrados bajo el mismo delito, excluyendo del análisis los fallecidos generados por la “conducción bajo la influencia del alcohol causando lesiones gravísimas o muerte” ya que el código del delito no siempre separa entre lesionados graves o fallecidos, por lo tanto, no son comparables.

Si analizamos los datos presentadosk, podemos sostener que los registros del Ministerio Público dan cuenta del impacto inicial de la Ley Tolerancia 0 en la disminución del índice, pero la baja sustantiva de fallecidos se observa a partir del año 2014 con Ley Emilia.

Gráfico 2: Registro comparado entre cifras de Fiscalía de Chile y Carabineros por fallecidos producto de conducción en estado de ebriedad (2010-2015)

Lo primero que podemos apreciar del análisis del gráfico 2 es que los datos entregados por Carabineros para el siniestro vial comprendido como “Conducción en estado de ebridad con resultado de muerte”, entre los años 2010 y 2015 representan el 39,7% del total de 1.735 fallecidos tipificados bajo los códigos 14.001 y 14.006 registrados por el Ministerio Público. El año 2011 se indica la mayor diferencia representando los datos de Carabineros un 33,62% del total entregado por Fiscalía Nacional.

El año 2012, en que comienza la aplicación de la Ley Tolerancia 0, la disminución total de fallecidos por esta causa en relación solo a los datos de Fiscalía Nacional aporta una disminución de un 11,20% en tanto que el año 2013 – que se ha tomado en todos los estudios como el eje de análisis concreto de la medida – la disminución en función al 2011 fue de un 8,6%. Estos datos se deben cruzar con la mayor incidencia de las políticas de difusión, fiscalización y educación impulsadas desde las agencias públicas. Ejemplo de eso, es la difusión de la llegada de instrumentos que mejorarían la fiscalización en carreteras promovido por CONASET, SENDA y el Ministerio de Transporte y Comunicaciones, desde enero del 2012. La llegada de los Narcotest y los Alcoholímetros Presenciales, fueron parte central del compromiso firmado el año 2011 con la OMS y la ONU, denominado como el “Decenio de la Seguridad Vial”, pero hasta el día de hoy no se han implementado a nivel país2 . Situación similar se puede observar tras el análisis de la política conocida como el programa Cero Alcohol promovido por SENDA, que, tras un primer impacto, posteriormente relajó su fiscalización por falta de presupuesto, retomando las medidas como una estrategia de prevención recién a partir de mediados del 2014.

En cuanto al impacto de la Ley 20.770 o Ley Emilia, puesta en vigencia el 16 de Septiembre del 2014, y que implicó un trabajo de difusión de la problemática vial durante 21 meses, podemos señalar que durante ese año, la disminución de fallecidos representó un 20,11%, tomando en cuenta sólo los datos de fiscalía, realizando una relación con el año 2011 como referencia. En tanto que el año 2015 la disminución fue de un 38,21%, entregando de esta forma nuevos antecedentes para evaluar el impacto de la política pública.

En oposición, los datos arrojados por carabineros, y que registran las primeras 24 horas, nos indican un aumento del 18,54% entre los años 2014 y 2015, son estos datos referenciales los que han sido utilizados por los medios de comunicación para realizar el análisis del impacto de la norma. Sostenemos que la Ley Emilia ha sido efectiva como norma disuasiva de la conducta social, especialmente si analizamos la disminución del índice de fallecidos por este tipo de delito vial.

 

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