“Aprendí a ser fuerte a la fuerza”

09/02/17

El 3 de abril del año pasado, la vida dio un giro en 180 grados para Mariela Reyes. Ese día, su marido, Guido Quintanilla, fue arrollado por un conductor ebrio mientras andaba en bicicleta. Ese día el conductor ebrio se llevó no solo la vida de Guido, sino los proyectos familiares, laborales y deportivos de toda una familia. Guido era padre de tres hijos.
marielareyes“Su ausencia se siente hasta el día de hoy. He tenido que aprender a vivir, a acomodarme, a generar instancias con los niños, a organizarme para cumplir todos los roles, reacomodar emocionalmente a mis hijos con terapias, con siquiatras, sicólogos, medicándonos. Tengo que estar bien para toda mi familia” dice Mariela y agrega, «me falta el partner, la persona con la que conversaba en las noches, con quien compartía decisiones. Eramos super aclanados. No eramos de salir, entonces te quedas sola. Pero trato de no agobiar a nadie. Me agobio yo no más.

Sumado al dolor profundo de la pérdida, Mariela y su familia han debido enfrentar el tema judicial, que ha hecho aún más doloroso el proceso. Porque lo único que quieren es cerrar el ciclo, pero la instancia judicial ha prolongado el sufrimiento.

Para empezar, ni el responsable, ni su familia han mostrado señales de arrepentimiento. “No se han contactado conmigo y eso genera una falta de empatía tremenda. Yo me pongo en su lugar y por lo menos pediría disculpas. Qué ganas de que me hubiera dicho `la embarré, discúlpame`. Eso no me va a devolver a Guido, pero al menos es una señal de algo. Además él se ha victimizado. Dijo que tenía problemas siquiátricos, que era esquizofrénico, pero le hicieron los exámenes y no tiene nada. Está más cuerdo que todos nosotros”.

En paralelo, Mariela siente que las decisiones judiciales han beneficiado al responsable del delito. Desde el inicio quedó con arresto domiciliario y el fiscal no apeló a la decisión. En dos oportunidades no se presentó a la audiencia presentando un certificado medico por resfrío. Dos veces los carabineros no lo han encontrado en su casa cuando han ido a verificar la medida cautelar. Por eso es que Mariela está dando una batalla importantísima: lograr que se realice un juicio oral. Porque la defensa solicitó un juicio abreviado, pero ella se opone tenazmente. “Queremos un juicio oral porque se pueden mostrar más argumentos. Quiero que haya un juicio en donde se nos permita presentar testigos y los argumentos para lograr la mayor de las penas posible”, explica Mariela.

“Dada la gravedad de la situación, la conmoción que causó a nivel comunal y los daños morales que ha generado, estamos convencidos de que amerita un juicio oral. Guido murió haciendo deporte, no cometiendo un delito. Acá han muerto varios ciclistas en distintas condiciones y no ha pasado nada. Queremos que la Ley Emilia se haga efectiva como corresponde. Queremos sentar precedente a un manejo responsable y por eso queremos que sea una pena ejemplar”.

¿De qué manera has sentido el apoyo de la Fundación Emilia?
Inicialmente en situaciones como ésta, no sabes nada. No sabes cómo funciona la justicia. Me junté con Carolina (presidenta de la Fundación), hemos hablado por teléfono. Ella me ha guiado y siempre me pregunta cómo estoy. Me dio directrices sobre lo que iba a pasar y cómo se enfrentaba esta situación en lo judicial. Han hecho difusión de actividades. Me han ayudado a que el caso de mi marido esté presente y que no quede en el olvido.

¿Qué esperan como familia de la justicia?
Quisiera que en alguna medida el responsable lo pasara mal. Que estuviera preso con cárcel efectiva al menos por un tiempo. Que de alguna manera en algo pagara su culpa. Que no estuviera en la comodidad de su hogar, con su familia como está ahora. Siento que hasta este minuto todo se le ha facilitado. Mucha gente cuando comete un error, quieren desentenderse de esta responsabilidad. Si tú te subes al volante borracho, sabes que estás cometiendo una falta y arriesgas la vida de todos los que se pueden cruzar en tu camino.

Mariela agrega la importancia de que el gobierno asuma en serio el tema de la educación vial y también la importancia de la fiscalización por parte de Carabineros, «no solo en feriados importantes, sino todo el año, el consumo de alcohol en automovilistas».

Y finaliza: «Cuando atropellas a un ciclista, atropellas a toda una familia».


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