02/12/16
Por estos día se cumplen nueve meses del siniestro en el que Luis Hernández fue asesinado por un conductor ebrio. Desde entonces el imputado está en prisión preventiva. Cuando se acerca el juicio oral, Gema Rojas, esposa de Luis, teme una condena insuficiente. Gema estuvo en la marcha que organizó la Fundación Emilia el pasado 19 de noviembre. Ahí hablamos con ella. Este es su testimonio.
Gema estuvo en la marcha el Día de las Víctimas Viales, porque es una víctima indirecta de un crimen, el asesinato de su esposo. «Estoy aquí para pedir justicia, pero también como una forma de agradecimiento a la Fundación Emilia».
Gema está particularmente agradecida de la Fundación. «Uno cree que cuando pasa un accidente, como que todo te va a funcionar como corresponde, es decir si alguien mata a alguien, a esa persona la van a condenar y todo eso, pero no es así. Cuando te ves involucrado en esto, no sabes nada y nadie te orienta. Cuando yo me contacté con la Fundación Emilia, ellos me guiaron de inmediato para hacer las cosas como corresponde. Me dijeron lo que tenia que hacer, porque yo no sabía nada».
Son muchos los obstáculos con los que se ha encontrado Gema en la búsqueda de la justicia. «Yo estoy muy agradecida del fiscal, porque desde un principio logró dejar detenido al conductor que mató a mi marido. Pero después, siguiendo la causa, el fiscal lo único que quería era terminarla. Nos hemos topado con poca orientación por parte del fiscal. Lo otro es que cuando me he juntado a conversar con él, me dice que no quiere pedir cinco años y un día. A mí me gustaría una condena efectiva. No solamente un año, que es lo que ellos quieren dar. Gracias al abogado de la Fundación Emilia aprendí que lo que había que hacer era una querella».
Los primeros días de enero Gema va a enfrentar al conductor que mató a su marido, en el juicio oral. Pero llegó al juicio oral, por otros motivos. «Este hombre que está detenido hace 8 meses, ahora dice que él no iba manejando, que él se echó la culpa, que la persona que manejaba era el copiloto, dueño de la camioneta. Ahora está la pelea entre ellos dos. Por eso me dieron el juicio oral».
Dice estar preparada para enfrentar el juicio, pero reconoce que no todos creen lo mismo. «Me siento muy fuerte, más de lo que parezco, pero el abogado me dice que debería ir a un sicólogo para prepararme para un juicio oral, porque es muy fuerte, y largo, difícil». Más todavía si pensamos que Gema cree que «seguramente no me van a dar lo que estoy pidiendo».
«A medida que pasa el tiempo a la gente deja de importarle», dice, pero cuenta con orgullo que a la marcha llegó con más de quince personas que quisieron acompañarla. Dice que no acostumbra a relacionarse con gente y que es a través de las redes sociales que intenta hacer campaña para incentivar el consumo responsable.
«Para nosotros el tema es complicado porque tenemos botillería, entonces que un conductor borracho lo haya matado, es como una ironía, pero fue así, y es así. Nosotros vendemos alcohol, pero no por eso somos cómplices. La persona que tomó sabe que tiene que pasar las llaves. Es lo mismo que yo saliera con una pistola a la calle y disparara, cosa que donde nosotros vivimos se ve. Si hieres a alguien es un crimen. Tomar y manejar es lo mismo. Y ese es el mensaje que yo intento transmitir».