Gonzalo Rojas fue sentenciado a cumplir 9 años de presidio efectivo por el atropello de Pablo Ascencio y por huir del lugar de los hechos sin prestar ayuda a la víctima. Además, el condenado tiene prohibición de conducir de por vida y deberá pagar la suma de 15 millones de pesos a la madre de la víctima por el daño moral causado. Para la Fundación Emilia, esta dura sentencia debe sentar un precedente para que la ciudadanía disocie el consumo de alcohol y drogas de la conducción para evitar que esta ley deba ser aplicada nuevamente.
Benjamín Silva, Vicepresidente Ejecutivo de la Fundación Emilia acompañó a la familia y amigos de Pablo Ascencio en la lectura de sentencia contra Gonzalo Rojas y su acompañante, Katherine Antequera, declarando que “ es un proceso muy doloroso”.
“Es súper doloroso asistir a este fallo, porque si bien hoy se acaba la impunidad por el manejo en estado de ebriedad y drogas con estos 9 años de cárcel efectiva, nuestro mensaje a toda la ciudadanía es para que piense que todo este dolor que hemos pasado los familiares que antes enfrentamos la impunidad y hoy recibimos justicia es evitable”.
“Como Fundación, solidarizamos con el dolor de la familia de Pablo y entendemos el dolor de la familia del condenado, pero esperamos que con este fallo y esta dura sentencia se entienda el mensaje, porque no queremos tener que seguir aplicando la Ley Emilia, evitemos más muertes, más heridos y más dolor”, enfatizó Silva.
El Vicepresidente Ejecutivo de la Fundación Emilia sostuvo que “esta sentencia no restituirá la vida de Pablo ni de ninguna de las víctimas de otros casos, pero permite que se tome conciencia de una realidad dura que debe ser entendida como una pandemia y que merece justicia”.
“Nadie quiere que la gente vaya a la cárcel, pero tampoco queremos más crímenes viales. Con esto se acaba la impunidad”, puntualizó.
El directivo indicó que aún resta trabajo por hacer para perfeccionar la Ley Emilia, dado que si bien hay una disminución de los índices de accidentes por conducción con alcohol, hay un aumento en la cantidad de fugas de conductores desde el lugar de los hechos, lo que “deja una tarea pendiente para toda la sociedad”.
Otro punto destacado por la Fundación Emilia fue la condena a Katherine Antequera por encubridora, acompañante de Rojas, quien fue condenada a 400 días de presidio en su grado mínimo, pena que será cumplida en libertad, bajo la vigilancia de Gendarmería.
“Lo calificamos como algo inédito y que habla de la responsabilidad que todos tenemos a la hora de ser conductores o acompañantes en un vehículo”, aseguró Benjamín Silva a los medios.